TEMA
5. NATURALEZA Y CULTURA EN EL SER HUMANO.
TEMA 5. NATURALEZA Y
CULTURA EN EL SER HUMANO.
- Introducción a la Antropología.
- En el siglo XVIII, el filósofo alemán Inmanuel Kant sostuvo que toda la filosofía es, en último término, antropología, puesto que el ser humano es el objeto de toda investigación filosófica. Así, cuando la filosofía es metafísica, se ocupa del sentido de la realidad concebida como aquello que rodea al ser humano. Cuando la filosofía se torna epistemología, estudia el conocimiento humano, sus formas, sus objetivos, sus posibilidades y sus límites. Por último, la ética y la filosofía política se centran en los principios de la conducta humana y de la organización de sociedades.
- Toda reflexión filosófica gira entorno a un aspecto concreto de nosotros mismos, aunque también es posible reflexionar filosóficamente sobre el ser humano en su conjunto, en tanto que ser humano como tal. En este caso, estaremos haciendo antropología.
- La dimensiones del ser humano.
- El ser humano es pluridimensional. La antropología asume ese carácter pluridimensional y distingue tres áreas de investigación:
- La antropología física se ocupa de la dimensión biológica del ser humano, sus procesos de evolución desde nuestros antepasados homínidos hasta el ser humano actual, sus cambios anatómicos y fisiológicos, además de los cambios en la conducta.
- La antropología social y cultural estudia la descripción de la sociedad y la cultura humanas, desde las costumbres hasta las normas, sus componentes estructurales las funciones que desempeñan.
- La antropología filosófica estudia el origen y la esencia que definen a los seres humanos, desde el ámbito de preguntas profundamente trascendentes que buscan dar respuesta al sentido de nuestras vidas como individuos y como especie.
- El método de investigación en antropología.
- Cada una de las tres ramas de la
antropología utiliza su propio método de investigación. La antropología física está ligada a la arqueología y la biología y su método es deudor de estas dos ciencias. La antropología filosófica sigue los métodos de la filosofía en cuanto se refiere a la reflexión e interpretación de ideas y textos. - La antropología social y cultural es la única que dispone de un método propio. Este método tuvo como precursor al antropólogo húngaro Bronislaw malinowski, que sostuvo la importancia del trabajo de campo y la observación participante. El método de la antropología social se divide en dos partes:
- Trabajo de campo: el investigador convive con quienes va a estudiar durante largos períodos de tiempo y se mimetiza con el entorno. Sin embargo, no debe olvidar que, en realidad, no forma parte de él y que está allí para investigar.
- Observación participante: el investigador registra todo cuanto ocurre que sea relevante para su investigación, pero no lo hace como observador neutro, sino como alguien que está implicado en aquello que ocurre y de lo que es parte integrante. Este hecho singular debe ser tenido en cuenta a la hora de analizar los datos obtenidos.
- En el siglo XX, los antropólogos estadounidenses Kenneth Pike y Marvin Harris introdujeron la estrategia metodológica de distinguir siempre dos perspectivas a la hora de describir un determinado hecho social y cultural. Estas dos perspectivas son:
- Descripción etic, se lleva a cabo desde el punto de vista del observador externo, más o menos implicado.
- Si se realizan y contrastan las dos descripciones, se logra neutralizar parcialmente la influencia del observador en el hecho observado, y se puede alcanzar una comprensión relativamente neutral y de fácil universalización.
- La antropología social y cultural descansa sobre dos principios fundamentales:
- Principio de diversidad cultural. Ninguna cultura es superior a otra. De este modo se combate el entocentrismo (prejuicio que observa dogmáticamente la cultura propia como superior) y se fomenta una actitud tolerante hacia culturas distintas de la del investigador. La diversidad cultural es un bien que la humanidad debe preservar.
- Principio
de unidad psíquica de la humanidad.
Este principio establece que las capacidades cognitivas del ser
humano son esencialmente iguales en todos los individuos de la
especie. Las diferencias que puedan existir, salvo en caso de
enfermedad, son culturales y por lo tanto, adquiridas. Así se
erradica de la antropología toda forma de racismo.
- Durante muchos siglos, la biología estuvo dominada por dos teorías científicas pero profundamente inexactas. El fijismo y el creacionismo.
El
fijismo sostiene
que las especies biológicas que conocemos hay en día no han
experimentado cambios desde su origen.
El
creacionismo,
de raíz teológica, defiende la idea de que todas las especies
biológicas fueron creadas por Dios. También parte del supuesto
de que estas han permanecido inalteradas desde su aparición.
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- En el siglo XVIII, algo empezó a moverse en el seno de la biología. Carl von Linneo, un importante naturalista, botánico y zoologo sueco, diseñó un procedimiento para clasificar las especies biológicas. Para realizarlo, se basó en la combinación de varios criterios taxonómicos. Según estos, cada ser vivo pertenecía a un reino determinado, dentro de este, a un orden, a una familia, a un género y a una especie, sucesivamente. Esta nomenclatura le permitió clasificar unas 8000 especies animales y 6000 vegetales.
- Linneo compartía las tesis fijistas, pero su clasificación permitía tomar conciencia de los parentescos que existían entre las distintas especies biológicas. Este hecho, unido a la proliferación de expediciones científicas organizadas durante el siglo XVIII, promovió la aparición de nuevas ideas que acabarían por derribar el fijismo como paradigma dominante.
- El
transformismo de Lamarck.
- El primero en proponer una teoría evolucionista con una base relativamente sólida fue el naturalista francés Jean-Baptiste Lamarck quien, a principios del siglo XIX, ideó un esquema que intentaba explicar la biodiversidad.
- La propuesta de este científico, conocida con el nombre de transformacionismo, se basaba en dos ideas fundamentales:
- Los organismos más simples llegan a la existencia por generación espontánea.
- En todos los seres vivos existe una tendencia a la perfección.
- Sobre la base de estos principios, Lamarck explica que los organismos más complejos han evolucionado a partir de formas de vida más simples, pues su tendencia a la perfección provoca que quieran adaptarse al medio modificando su propia estructura y funcionamiento. El propio Lamarck resumió esta idea con la siguiente expresión. “la necesidad crea el órgano”. Es decir, los individuos experimentan cambios orgánicos con el fin de adaptarse mejor a las exigencias del medio natural. Estos cambios cumplen con dos requisitos:
Siempre deben dar origen a organismo más complejos.
Se perpetúan al transmitirse hereditariamente de padres a hijos.
La propuesta de Lamarck abrió una nueva vía de explicación de la realidad biológica. Sin embargo, presentaba defectos insalvables, como la defensa de la generación espontánea o la incapacidad para explicar cómo puede un ser vivo generar un órgano del que antes carecía. La solución definitiva la aportaría Charles R. Darwin.
- El Darwinismo y la teoría sintética.
- En el siglo XIX, Darwin publicó “El origen de las especies”, donde exponía las conclusiones de sus investigaciones que lo conducían a defender las tesis evolucionistas. Su originalidad radica en el principio explicativo que propuso para dar cuenta del proceso evolutivo que afecta a las especies biológicas.
- De acuerdo con Darwin, toda especie biológica tiende a la superpoblación y, al tener que abastecerse de los mismo recursos, los individuos de esa especie entran en una lucha por la supervivencia de la que solo salen victoriosos los mejor capacitados. Esta vistoria se traduce en una mayor longevidad y en una mayor oportunidad para dejar descendencia a la que transmitir hereditariamente sus propios caracteres. De este modo, se seleccionan naturalmente las variaciones anatómicas o fisiológicas que resultan ventajosas y se extiende a toda la especie.
- En la propuesta de Darwin, a diferencia de la de Lamarck, es la especie la que de adapta al medio, no el individuo. Además, en su explicación no se presupone ninguna tendencia a la perfección por parte de los organismos. Los cambios que dan origen a la aparición de una nueva especie se producen al azar. La evolución obedece a un procedimiento puramente mecánico, carente de intencionalidad.
- Darwin dio un paso de gigante para hacer de la biología una nueva ciencia con un potencial explicativo similar al que ya poseían otras disciplinas científicas, como la física y la química. Sin embargo, había implicaciones importantes de la teoría de la evolución para las que no tenía una respuesta adecuada. Son las siguientes:
La incapacidad para explicar adecuadamente la aparición, al azar, de pequeñas variaciones anatómicas o fisiológicas en algunos individuos de una especie que los sitúan en ventaja con respecto al resto.
La ignorancia de los mecanismos que permiten que estas pequeñas variaciones se transmitan de padres a hijos.
- Una respuesta adecuada a estas dos cuestiones cruciales la plantea la teoría sintética de la evolución. Sus defensores sostuvieron que el gen es el material biológico básico en el que se producen las transformaciones que permiten la evolución de las especies. Toda especie está equipada con un conjunto de genes idénticos e invariables que constituyen su genoma. Por regla general, este es idéntico para todos los miembros de una especie y permanece invariable. Sin embargo, puede ocurrir que uno de los genes experimente una mutación, una transformación espontánea al transmitirse de padres a hijos. Esa mutación quedará fijada en el genoma de estos últimos y se transmitirá a su descendencia.
- Los avances en el conocimiento del ADN han servido para entender mejor cómo se producen tales mutaciones. En el siglo XIX, el biólogo austriaco Gregor Mendel propuso unas leyes que rigen la herencia genética. La síntesis de la teoría original de la evolución, las leyes de Mendel y el concepto de mutación conforman la teoría sintética de la evolución, actualmente aceptada por la comunidad científica.
- La hominización.
- La difusión de la teoría de la evolución provocó un enorme revuelo. En particular, generaron gran expectación las implicaciones relativas al origen del ser humano. Darwin fue consciente de ello y, en 1871, escribió “El origen del hombre”, en donde aplica los principios de la teoría de la evolución al ser humano y llega a la conclusión de que este procede de especies biológicas inferiores que están conectadas de un modo aún por determinar con otras especies biológicas de las que proceden los grandes simios antropomorfos.
- El proceso de transformación evolutiva, desde los primeros homínidos has ta el Homo sapiens sapiens,ha presentado dos facetas claramente diferenciadas: la hominización y la humanización.
La
hominización es el proceso biológico que explica las
modificaciones anatómicas y fisiológicas que se transmiten
genéticamente y que dan lugar a la aparición de nuevas especies
de homínidos.
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- La teoría de la evolución abrió un apasionante campo de estudio en torno al establecimiento de la línea evolutiva que condujo al ser humano actual. No faltaron los investigadores interesados en recabar información que permitiera trazar esa cadena evolutiva y conocer los máximos detalles posibles de cada uno de sus eslabones.
- En la actualidad, esta investigación dista mucho de disponer de datos que permitan construir una imagen definitiva del proceso de evolución biológica cuyo resultado actual somos nosotros. De todos
modos, si podemos exponer de forma resumida la información más relevante de la se dispone:
- Elementos clave del proceso de Hominización.
- En el proceso evolutivo que nos ha conducido hasta el ser humano actual han influido una gran cantidad de factores. Entre todos ellos, cabe destacar algunos por su persistencia a lo largo de todo el proceso, por la relación que guardan entre sí y por su repercusión global.
- La bipedestación.
- Fue el primer cambio anatómico que se observó en el proceso de hominización. Nuestras primeros antepasados caminaban sirviéndose únicamente de los pies. Los simios son cuadrumanos, es decir, conservan unos pies con forma de mano, poseen dedos largos y un pulgar ligeramente opuesto al resto. Esto los capacita para desplazarse con facilidad entre las ramas de los árboles, pero los obliga a caminar empleando sus cuatro extremidades.
- Los homínidos, en cambio, presentaban una creciente diferenciación entre sus extremidades anteriores y posteriores: los pies se especializaron en la marcha y y las manos quedaron libres para otros menesteres, lo que desarrolló cada vez más las capacidades cognitivas. Este hecho provocó los siguientes cambios morfológicos.
- Los dedos de los pies se acortaron.
- La planta del pie se arqueó para soportar mejor el peso del cuerpo.
- La pelvis se hizo más ancha y corta, acelerando el tiempo de gestación, lo que hizo que se cuidase más tiempo a las crías y se intensificasen los lazos afectivos y emocionales.
- La columna vertebral adquirió una curvatura en forma de “S”.
- Los dedos de las manos se acortaron y estilizaron, oponiéndose el pulgar casi en su totalidad y desarrollando así la psicomotricidad fina.
- La bipedestación permitía tener mayor alcance en la visión por encima de la vegetación en la sabana, desplazarse largas distancias cuando escaseaba el alimento y, sobre todo, fabricar y transportar todo tipo de utensilios y herramientas.
- La cerebración creciente.
- Como podemos comprobar, a lo largo del proceso se produjo un aumento de capacidad craneal. Este hecho solo puede encontrar su justificación en la necesidad de disponer de más espacio para albergar el cerebro en el cráneo.
- Para entender este cambio, debemos pensar que, por ejemplo, la liberación de las manos las disponía para asumir nuevas tareas, como la fabricación de herramientas. Este trabajo exigía planificar y diseñar los objetos en función de la utilidad posterior. Obviamente, la planificación y el diseño son actividades que demandan una intensa actividad cerebral. Además la utilización de armas permitió que la boca dejara de tener una función defensiva. A raíz de esto, las mandíbulas y la dentadura se hicieron más pequeñas y dejaron espacio libre para el cerebro.
- El desarrollo del aparato fonador.
- El crecimiento del tamaño del cerebro debió de ir acompañado de un aumento de la complejidad neurológica que facilitó la aparición del lenguaje. Sin embargo, este exige no solo el desarrollo del cerebro, sino también un aparato fonador que lo posibilite. Se necesita una laringe baja, alejada de la base del cráneo e independiente del aparato digestivo, que deje espacio a la faringe ya la boca para que actúen como caja de resonancia.
- La bipedestación y, en particular, la inserción de la columna en la parte central de la base del cráneo hicieron posibles estos cambios. Todo ello permite asegurar que algunas especies de homínidos extinguidas hoy día dispusieron de formas de lenguaje rudimentarias. De todos modos, los restos fósiles recuperados no nos permiten establecer con precisión cuáles fueron los primeros homínidos capaces de emplear el lenguaje articulado.
- La humanización.
La
humanización es el proceso que describe los cambios
experimentados en la conducta de los individuos pertenecientes a
las distintas especies de homínidos. Estas conductas se adquieren
por procedimientos de ensayo-error, y se transmiten por imitación.
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- La hominización y la humanzación se influyen y retroalimentan mutuamente. Los cambios anatómicos y fisiológicos posibilitaron la aparición de nuevas conductas y su desarrollo contribuyó a que se produjeran nuevos cambios biológicos. Sobre la base biológica que nos proporciona una apariencia humana, se construye una serie de comportamientos específicos que nos hacen verdaderamente humanos.
- Las conductas humanas de los homínidos.
- En el proceso de humanización, contemplamos in sinfín de conductas adquiridas por los homínidos en su curso evolutivo. De entre ellas destacamos las siguientes:
- La fabricación de utensilios. Esta actividad es exclusivamente humana. Otros animales son capaces de usar aquello que encuentran, pero no de fabricar aquello que necesitan. En los homínidos, gracias a la bipedestación, la mano quedó libre para las tareas relativas al desplazamiento. Esto permitió que se ocupara de transportar instrumentos hallados al azar y, posteriormente, de fabricarlos adaptados a fines concretos.
- La fabricación de utensilios y armas exige dos destrezas complementarias:
- Planificar y diseñar el instrumento para proyectar hacia el futuro su posible utilidad. Esta destreza facilita el desarrollo cerebral.
- Manipular hábilmente diversos tipos de materiales. Esta destreza potencia la especialización funcional de las manos.
- La caza.
- La posibilidad de realizar largas caminatas gracias a la bipedestación y la creciente actividad cerebral debieron exigir un mayor aporte energético que el obtenido a partir de una dieta basada en frutas, semillas y raíces.
- Al principio, los homínidos debieron ser carnívoros oportunistas. Posteriormente, se convirtieron en cazadores, primero de aves y pequeños roedores, y, luego, de grandes mamíferos. Este último tipo de caza requiere la cooperación de varios miembros de la especie, la mejora constante de las armas, el diseño de una estrategia, una capacidad de respuesta rápida a las reacciones imprevisibles de la presa, etc. en definitiva, la caza implica el desarrollo de una amplia gama de actividades que estimulan el desarrollo de la inteligencia.
- El control y la utilización del fuego.
- La creciente inteligencia de las distintas especies de homínidos condujo, inevitablemente, a dar el salto que supuso, primero el control y utilización del fuego y, más tarde, su producción. El dominio del fuego supuso un gran avance para la especie que pudo lograrlo: facilitó la caza, proporcionó protección frente al frío y los depredadores, permitió la cocción de alimentos, eliminando las posibles toxinas y facilitó la digestión, aumentando también los porcentajes de supervivencia.
- Las capacidades humanas de los hominidos.
- La humanización no implicó solo la adquisición de conductas concretas sino que, además, supuso la aparición de nuevas facultades y normas de vida, entre ellas:
- La comunicación por medio del lenguaje. La capacidad para comunicarse a través del lenguaje articulado ha sido el factor más importante en el proceso de humanización. Al estudiar la evolución, hemos visto que, para aparezca esta capacidad, deben producirse dos cambios biológicos importantes:
- Se debe desarrollar la zona del cerebro que sirve para controlar nuestra capacidad lingüística.
- Es necesario que se desarrolle el aparato fonador, integrado por la laringe, las cuerdas vocales, la laringe, las cuerdas vocales, la faringe y la boca.
- No sabemos con exactitud en qué momento del proceso evolutivo tuvieron lugar estos cambios. Tampoco a qué especie perteneció el primer homínido capaz de comunicarse por medio del lenguaje, pero podemos estar seguros de que, a partir de que se produjo este avance, el proceso de humanización se aceleró. La comunicación lingüística incrementó enormemente las posibilidades de aprendizaje y de organización social.
- La organización social.
- El ser humano es un ser social. No se llega a ser verdaderamente persona si no se convive con otros seres humanos. Por lo tanto, en el proceso de humanización, la convivencia social ha estado siempre presente como el hilo conductor que ha orientado el desarrollo de todos los demás factores que han influido en él.
- Todas las conductas a las que nos hemos referido en el apartado anterior son sociales o favorecen la vida en sociedad. La caza es una actividad social que requiere una organización y un reparto de tareas. El control del fuego genera estabilidad y vínculos sociales. El lenguaje solo tiene sentido si hay alguien con quien comunicarse y algo que comunicar.
- El aprendizaje prolongado.
- La bipedestación obligó a adelantar el parto debido a la modificación de la forma de las caderas. Las crías de los homínidos nacen más inmaduras que las de otras especies. Esto que, en principio, podría parecer una desventaja, tuvo efectos muy positivos.
- En primer lugar, sirvió para reforzar las tendencias sociales de nuestros antepasados, puesto que el vínculo entre los individuos adultos y sus crías tuvo que extenderse en el tiempo y hubo que repartirse socialmente las tareas entre la búsqueda de alimentos y el cuidado de la prole.
- En segundo lugar, la prolongada inmadurez de las crías de los homínidos permitió extender el período en el que existe una predisposición natural para aprender.
- Los etólogos que han trabajado con los grandes simios y los adiestradores de animales domésticos han comprobado que es relativamente fácil conseguir que estos animales adquieran conductas aprendidas cuando son más jóvenes. Pero, una vez superada cierta edad, resulta prácticamente imposible lograr resultados positivos. De aquí podemos inferir que, cuanto mayor sea el período de inmadurez, mayores serán las posibilidades de aprendizaje. Esto es crucial para que una especie que es capaz de desarrollar una gran variedad de conductas que deben ser aprendidas, como ocurre con los seres humanos.
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